Joan rubio

La psicología inversa es una técnica que consiste en sugerir lo contrario de lo que realmente deseas, para que la otra persona termine haciendo lo que quieres. Suele funcionar en personas reactivas porque juega con la resistencia natural que algunos sienten ante órdenes o sugerencias directas. Aquí van algunos trucos y consejos prácticos:

1. Haz que algo parezca prohibido o exclusivo
La gente suele desear más aquello que no puede tener.
• Ejemplo: Si quieres que alguien lea un libro, puedes decir: “No creo que sea de tu estilo, es algo complejo…”. Esto puede despertar su curiosidad.

2. Usa la idea de “no hace falta”
Cuando alguien siente que tiene libertad para elegir, es más probable que haga lo que sugieres.
• Ejemplo: “No te preocupes si no quieres ayudar, lo puedo hacer solo/a.” Esto puede generar una respuesta contraria: ofrecerse a ayudar.

3. Desafía sutilmente a la persona
El instinto competitivo o la necesidad de demostrar capacidad puede motivar a alguien.
• Ejemplo: “No creo que puedas terminar esto antes de las 5.” Esto puede llevar a la persona a probar que sí puede hacerlo.

4. Aparenta desinterés
Si te muestras demasiado insistente, la otra persona puede resistirse. Por eso, muestra menos interés.
• Ejemplo: “Haz lo que creas mejor, no importa.” Esto puede generar que quieran demostrar que saben tomar la mejor decisión.

5. Resalta lo “opuesto” para generar reflexión
En lugar de imponer una idea, menciona la alternativa menos deseada.
• Ejemplo: Si un adolescente no quiere estudiar, puedes decir: “Está bien no estudiar, hay muchas personas que viven bien con trabajos sencillos.” Esto puede llevarles a pensar en las consecuencias.

6. Controla el tono y la intención
La psicología inversa no debe sonar manipuladora ni agresiva. Es más efectiva cuando se percibe como una sugerencia relajada o genuina.

7. Adapta la técnica a la personalidad de la persona
No todos responden igual a la psicología inversa. Es más efectiva con personas rebeldes o que tienden a resistirse a las órdenes.